10 aprendizajes de una vida offline.
Hace 2 meses decidí darme un descanso de las redes sociales, aquí les comparto lo que he aprendido este tiempo.
*Esto es una reflexión completamente personal. Es para mí, pero esperando que te ayude.
1. Ahí no se vive, solo se recuerda.
Parecerá obvio, pero para mí, en algún momento, la vida social virtual se convirtió en una extensión de mi vida real. Nos hacen creer que las necesitamos, que si no estamos presentes en ellas, simplemente no estamos, no somos. No es así. Hay más vida que ahí.
2. Se comparte en vida.
Nuestros círculos sociales crecieron exponencialmente con las redes sociales, es un hecho. Pero al final, los que están contigo a una llamada, videollamada o una reunión, son los que realmente son parte de tu vida. No tengo problema con llenarme de "seguidores" pero lo que realmente busco es conectar de manera significativa.
3. El tiempo pasa distinto.
Sin el tiempo en línea o el virtual, el tiempo es otro y por ende la vida. Menos caos visual y menos información todo es más tranquilo. Hay más enfoque en el ahora, el disfrute es distinto, más profundo.
4. 99% presente.
En donde estoy, estoy completamente. Mentiría si les dijera que estoy el 100% en el momento presente, mi mente sigue viajando al pasado y creando futuros. Pero ahora el bullicio solo es mío, algo manejable, porque cuando me lo permito y lo deseo estoy completamente.
5. Solo vivir, sin almacenar.
He dejado de preocuparme por guardar cada momento, ahora solo lo vivo. Ahora, cuando decido tomar una foto o video, es porque realmente deseo compartirlo con mis personas favoritas sin más.
6. Sin edición.
Hago lo que me apetece. No pienso en editar, solo hago y disfruto. Lo que vemos es una vida editada y es fácil perdernos en esa idea. Las redes sociales son una herramienta, mas no la vida misma.
7. Sin presión.
Me visto como quiero, como lo que quiero, hago lo que quiero sin seguir modas, sin presión por ser parte de algo que a la vez es nada. Pertenecer es parte de nuestra humanidad, pero hay una línea delgada entre ser y pertenecer. ¿Cuándo dejas de ser tu por seguir a los demás?
8. Conectar y compartir.
Sí, el mundo virtual es perfecto para conectar y compartir pero la satisfacción que da conectar y compartir experiencias en persona no se compara. Y esto me lleva al siguiente punto: la memoria.
9. Mejores recuerdos.
Mi memoria parece que funciona diferente, los recuerdos dejan de ser bidimensionales para convertirse en una experiencia sensorial completa. Mis últimos recuerdos no están a unos cuantos clicks de distancia, ahora realmente tengo que darme el tiempo para recordarlos. Esto también ha ayudado a mi imaginación.
10. Soy y estoy.
No busco aceptación, no vivo por likes, por seguidores, ni por vistas. Solo soy y estoy.
No necesito validación externa. Con esto se quita un gran peso de encima. Al final, sigo estando, sigo siendo, pero solo ahora.
Con esta reflexión, pretendo regresar a redes sociales sin dejar que éstas tengan un papel importante en mí; ahora buscando más balance.
También quiero recordar que son una herramienta que me permite conectar con los que no están cerca de mí, que puedo compartir parte de lo que vivo y que los demás solo comparten una fracción de lo que viven, piensan y sienten. Además, son una muy buena fuente de inspiración.
Este ejercicio me dio el tiempo sin tanto ruido que tanto anhelaba. Me permitió regresar el enfoque a lo que me importa y me ayudó a disfrutar cada momento de la vida en el aquí y en el ahora.
Lo hice para cuidar mi mente, porque al final es uno de los hogares que habito.

¿Cómo es tu relación con las redes sociales? ¿Consideras necesario un "detox" de ellas o para ti no han tenido tanto peso?